martes, 2 de noviembre de 2010

Pau en Gente ♥

PAULA CHAVES
"El hombre perfecto me aburre"Paula crece. Ahora está en el centro de la pantalla: realidad o ficción, dicen que el reality de amor que juega con el productor Pedro Alfonso (Peter)... ¡es cierto! Mientras, entre romance y baile su popularidad se multiplica. "Tengo más de ciento treinta clubes de fans en Twitter", jura.






La historia que sigue es mitad realidad, mitad ficción. O acaso ninguna de las dos cosas: como en la película The Truman Show, siempre hay una pantalla que está detrás de la pantalla, y otra súper pantalla que está detrás de las otras. Organicemos, pues, el juego. Personaje I: Paula Cháves (26), modelo de Multitalent Agency. Arrancó en los medios hace siete años, al ganar el reality Súper M. Hoy, en Bailando por un sueño, juega todas sus fichas en el tapete de otro reality. Género: historia de amor. Personaje II: Pedro Alfonso, Peter para todos, productor de Ideas del Sur y pareja de Paula en el reality en cuestión. Pregunta del imaginario popular: ¿escaparon del libreto y son pareja en la vida real?
Vamos directo a la fuente:

–¿Son pareja?
–¿Quiénes son "todos"?
–¿Tienen razón?
–¿Entonces?
–Convendría definirlo.
–¿Puesta a punto del caso?
–Pero Peter no le vino mal. Parece que las acciones de Paula Cháves cotizan muy bien en Bolsa.
–¿Le encanta esa vidriera con luces de neón?
–¿O mucho más que menos?
–¿Besos detrás de cámara? ¿Sí o no?
–Falta que diga "silenzio stampa", como Basile... ¡Vamos, afloje!
–¡Bingo! Suele ser un síntoma clave.
–Ese juego suena a histeriqueo, créame.
–¿Siempre? ¿O a veces el reloj gira como ruleta?
–¿Qué modelo de hombre busca?
–¿Guarro? Mire que el diccionario define
–¿Datos físicos esenciales?
–De paso, y ya que estamos... ¿Tinelli podría ser ese hombre?
–A propósito del tema, su padre, Miguel Cháves, en ShowMatch no le fue indiferente a Graciela Alfano, y usted se murió de celos. ¿Por qué?
–Perdone que la corrija: en el caso hija-padre, se trata del complejo de Electra.
–Pero le saltó la térmica, Paula.
–No es fácil eludirla: es muy linda.
–Y su padre no es de madera.
–¿Ni siquiera la imagina como una tierna madrastra?
–¿Tiene algún conflicto con el jurado?
–¿Usted finge?
–Mire que las lágrimas también pueden fingirse...
–¡Las mías no!

–No, soy auténtica. Si no lo fuera, no lloraría cuando alguien del jurado se mete con mis sentimientos.

–No. Todos me divierten, y cada uno está perfecto en su papel. Es un show y se necesita que sean así. Si fingen, fingen bien.

–Mmm... Bueno, es una femme fatale, pero también buena madre, porque sus hijos parecen muy buena gente.

–Cierto. Pero ella hace muy públicas sus relaciones, y no quiero imaginar a mi padre revolcándose en el barro o bañándose en chocolate con Graciela.

–Sí, una de las mujeres más lindas del país.

–Defendí a mi padre porque Graciela Alfano es una leona, la comehombres número uno del país, y no quiero que mi padre tenga nada con ella.

–Bueno... Pero no lo tengo... Soy celosa de mi papá, como cualquier hija, y es mentira que no quiero que él rehaga su vida con otra mujer. Quiero que sea feliz.

–No pude controlarme. Los celos empezaron como una broma, sin embargo el jurado empezó a psicoanalizarme... y exploté. No tengo complejo de Edipo.

–Marcelo es buen mozo, atractivo, simpático, con gran personalidad, pero no es el tipo de hombre que me gusta. Lo veo más como a un padre, y a mí, no me gustan los hombres grandes.

–La sonrisa y las manos.
"guarro" como "hombre sucio, desaliñado, grosero, sin modales, ruin y despreciable"...

–Bueno, no tanto. A lo mejor usé una palabra exagerada. Pero el Romeo perfecto me aburre. Necesito algo de maldad. No me gusta que me abra la puerta todo el tiempo, ni que me mande flores y bombones sin parar. Lo quiero bien hombre, con pequeños detalles de caballero y mucho sentido del humor.

–Romántico y guarro.

–Siempre. Me criaron a la antigua, y me gusta escribir mis historias de amor sin saltear renglones. Me encanta la previa.

–Pero no soy histérica. Cumplo con los tiempos normales que necesito antes de concretar una relación.

–El tiempo lo dirá.

–No contesto, por pudor. Que cada uno piense lo que quiera. Pero confieso que todo el día siento mariposas en el estómago.

–No comment.

–Lo malo es sentirme vulnerable: me asusta. Lo bueno es la popularidad. Muchos me esperan en la puerta de Ideas del Sur para pedirme autógrafos... ¡y tienen remeras con mi foto!

–Más o menos...

–Es cierto. En Twitter tengo más de ciento treinta clubes de fans. ¡Me siguen ciento treinta y tres mil quinientas personas!

–¿Lo concreto? Nos conocemos desde hace dos meses, pero no estamos saliendo.

–¿La verdad? Tenemos una relación más allá de las cámaras. Pero sin título, ni rótulo, ni nada.

–No sé... El reality creó un histeriqueo, un cachondeo que nos pasó por encima. Nos estamos conociendo, y tampoco sabemos qué es real y qué es ficción.

–Tenemos muy buena onda, nos gustamos... ¡pero no vamos a casarnos el mes que viene!

–Bueno, no sé, la gente...

–Todos piensan que sí.

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